Partiendo de Santa Rosa, en el corazón de la región cafetera de Colombia, esta excursión forma un largo bucle para llegar a la imponente cascada Chorros de Don Lolo antes de regresar por los campos de plantaciones de la ladera de la montaña, sobrevolados por numerosos buitres pavos o cóndores. Es un largo camino sin dificultades técnicas, pero habrá que tener cuidado con la orientación, ya que la segunda parte del bucle no es tan fácil. Selva tropical, plantas y mariposas de vivos colores, torrentes y cascadas, crestas aéreas, cafetales y casas tradicionales: una excursión variada ideal para descubrir la región.
Reseñas técnicas
■ Punto de partida: Santa Rosa de Cabal, Pereira, Risaralda, Colombia.
■ Tipo de ruta: caminata en bucle de media montaña.
■ Distancia: 18,5 km
■ Desnivel acumulado: +715 m
■ A scenso negativo total: -715 m
■ Tiempo total estimado: 6h a 7h
■ A ltitud mínima y máxima: 1700 m / 1935 m
■ S eñalización: no hay señalización, la combinación de pista y sendero no siempre es evidente
■ Equipamiento en el lugar: ninguno
■ Equipamiento a llevar: track GPS útil, un par de zapatos para agua y barro.
Dificultades: la longitud del recorrido, la acumulación de pequeñas subidas al final, la orientación en el tramo final.
Acceso al sitio
Desde Cali, tome la ruta norte vía Cartago y luego Pereira. Desde allí, siga las indicaciones hacia Chinchina y Mazinales y desvíese hacia Santa Rosa de Cabal. En autobús, desde la terminal de Cali, el autobús a Pereira tarda unas 3 horas y media y cuesta actualmente 40.000 pesos (el minibús de TaxCentral es muy bueno). Luego, desde la terminal de Pereira, otro autobús más folclórico te lleva a Santa Rosa en unos 30 minutos por 2.500 pesos. Para alojarse, el Hotel Kímana es muy bueno, sencillo pero muy acogedor y no muy caro (unos 40.000 pesos por habitación).
Parte 1: De Santa Rosa de Cabal a los Chorros de Don Lolo
Desde la Basílica en el centro de Santa Rosa, diríjase hacia el sur hasta el Santuario Nacional que domina el pueblo. Desde aquí, siga el camino que dobla 90° hacia el este. Poco a poco saldrá del pueblo y, más adelante, girará a la izquierda para seguir las indicaciones de las termas de San Vicente. Camine por la carretera en la que entrenan muchos ciclistas. Es una subida muy suave, ya que pasará por varios puestos y vendedores de zumos frescos. A unos 6,5 kilómetros de la basílica, se llega al restaurante Don Lolo, donde empieza el camino que lleva a la cascada.
Descienda por el camino ancho justo antes del restaurante. Tras unas empinadas curvas y cruzar un pequeño arroyo, el sendero llega al fondo del valle. Hay una vivienda ocupada por una comunidad que vigila el parque natural. Siga recto para cruzar un pequeño puente metálico amarillo sobre el Campo Alegrito. Continúe un corto trecho por el otro lado antes de llegar al cruce en T. Gire a la derecha y suba por la orilla derecha del torrente (error en el mapa base) por una pequeña pista forestal bastante resbaladiza y embarrada a través de la selva. Tras 15 minutos de ascenso por algunas pendientes pronunciadas, se llega a la cascada Chorros de Don Lolo, que ruge con fuerza desde una altura de 30 ó 40 metros.
Parte 2: Las crestas
Vuelva sobre sus pasos hasta la T y esta vez siga recto. El camino asciende con bastante pendiente y termina en la cresta desde donde se divisa el valle de Campo Alegre al otro lado. Diríjase hacia el oeste para dar un largo paseo por la cresta, con algunas construcciones tradicionales y vistas espectaculares de los 2 valles y la cascada de los Chorros a nuestras espaldas. Mire hacia arriba, muchos Urubu revolotean alrededor. Es montañoso, la pista está cementada en algunas partes y pronto hay un descenso pronunciado. Cuidado con la bifurcación a la izquierda para encontrar Campo Alegrito más abajo.
3ª parte: a través de los cafetales y de vuelta a Santa Rosa de Cabal
Un largo descenso a través de un campo de cafetos. Al fondo está la casa de los dueños de la finca. Continúe por el camino ancho y sinuoso, pase varias casas y en la última casa, tenga cuidado de tomar un camino muy estrecho a través del bosque que desemboca en el lecho del torrente. Un viejo puente de hormigón permite cruzarlo y luego subir empinado por el lado opuesto hasta llegar a la pista donde se encuentra La Viga, una casa que ofrece bebidas y algunas cosas para comer.
A partir de aquí, hay que tener cuidado de seguir el track del GPS ya que hay muchas bifurcaciones y tramos poco visibles sobre el terreno. Damos la espalda a La Viga y caminamos un rato por la carretera/pista. Una curva más adelante, bajamos a la derecha por una cancela. Siga el camino hasta el fondo, cruce un pequeño arroyo e inmediatamente después suba a la izquierda por unos escalones hechos en la tierra en medio de una plantación.
Es difícil de describir, pero la pista es precisa y fácil de seguir. Asciende, serpenteando entre plantaciones y casas. Hay tramos que apenas están despejados, pero aún se puede leer el camino en el suelo. Finalmente, se llega a una pista que sube hasta la cresta final, desde donde se puede ver la ciudad de Santa Rosa. Desde esta cresta, siga la pista hacia abajo en dirección a Santa Rosa. Se llega a la parte baja del pueblo, que simplemente hay que subir para volver al punto de partida.
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